Vivencia sensorial única en el corazón de la Sierra de Algairén, entre historia, vino y emociones.

Adentrarse en la Sierra de Algairén es viajar hacia un territorio libre, salvaje y lleno de memoria. Bajo esta tierra viva y mineral se esconden las cuevas subterráneas más largas de Aragón, construidas a pico y pala en el siglo XVIII y conservadas hasta hoy como testigos de una conexión íntima entre el ser humano, la naturaleza y el vino.

Esta experiencia propone al visitante un viaje sensorial y emocional, un recorrido que impacta al cruzar uno de los accesos a este laberinto ancestral excavado a mano de generación en generación. En su interior, la temperatura constante, la humedad controlada de forma natural y un sistema único de respiraderos de diferentes alturas y orientaciones permiten que el vino evolucione al ritmo de la tierra. Y es en estas mismas cuevas donde hoy se sigue llevando a cabo la crianza de los vinos de Bodegas Libre y Salvaje, en barricas de roble francés y en botellas que descansan pacientemente hasta alcanzar su plenitud.

La visita se convierte así en una exploración viva: los visitantes tocan las paredes, sienten la oscuridad y descubren cómo el paso del tiempo ha moldeado estas galerías. En silencio, acompañados por la voz de quien les acompaña en este viaje y el eco tenue de sus propios pasos, se familiarizan con los elementos y habitantes que hacen posible este microcosmos que garantizan la perfecta evolución del vino. Son, en definitiva, los aliados invisibles del alma del vino.